Para todo proceso productivo, el inicio es fundamental. El diseño del producto es el inicio para los procesos textil y de confecciones; por lo tanto, la clave fundamental radica en el diseño y desarrollo del producto. En estos tiempos de globalización y cambios significativos, toma mayor relevancia para todo tipo de organización empresarial del rubro textil: si antes era importante, ahora lo es más.
Para el mercado corporativo y para el mundo de las empresas y el marketing, es muy importante la materia del diseño y desarrollo de productos, por todo lo que esto supone y por todas las beneficios que tiene para las estrategias de la compañía y para su actividad de cara a los consumidores y los usuarios finales o el propio mercado, pues esta tarea consiste en todo lo referente al desarrollo, la creación, el planteamiento y la elaboración de los productos o de los bienes con los que la empresa pretende comercializar u obtener beneficios y continuar expandiéndose y creciendo de cara al futuro.
El diseño y desarrollo de productos se encarga de todo el proceso de creación de un producto o un bien de comercio, desde el momento de la idea y su estrategia o análisis previo a la creación hasta el desarrollo y el diseño del mismo, su evaluación final y su corrección y conclusión. En este proceso influyen toda una serie de conocimientos teóricos, técnicos y prácticos que se pueden obtener con cursos de formación, experiencia en empresas y en puestos de trabajo relacionados con ello y en algunas carreras y ciclos académicos que completan o complementan esta rama del diseño de productos, bien sea para la elaboración del diseño en sí enfocado a la experiencia de usuario y su utilización o para su desarrollo técnico y práctico mediante conocimientos de ingeniería y demás asuntos, enfocados a las partes del proceso.
Entre las principales fuentes de ideas para este proceso, se encuentran:
Clientes: En un entorno competitivo en el que el mercado juega un papel destacado parece evidente que el cliente debe jugar un papel activo en el diseño de nuevos productos. La empresa debe contar con las canales de comunicación adecuados para que el cliente pueda aportar sus ideas al proceso de diseño y desarrollo.
Ingenieros y diseñadores: Pero no todas las ideas pueden proceder del mercado, ya que en ese caso no existirían “innovaciones radicales”, es decir, productos totalmente nuevos. Por ello, sólo el personal del departamento de I+D puede conocer los últimos avances tecnológicos que pueden dar lugar a nuevos productos innovadores.
Competidores: En numerosas ocasiones los nuevos productos surgen de ideas de la competencia que la empresa adopta como suyas, realizando un proceso de imitación creativa, es decir, mejorando el producto de la competencia pero basándose en su diseño inicial.
Alta dirección y empleados de la empresa: Esta fuente de ideas es a menudo despreciada por parte de los encargados del proceso de diseño y en muchas ocasiones es una de las fuentes más eficaces. Dado que los empleados de la organización son los que mejor conocen los procesos productivos existentes, así como las características reales de los productos fabricados.
Universidades y centros públicos de investigación: La empresa debe aprovechar la capacidad investigadora de estas instituciones para conseguir nuevos desarrollos tecnológicos. En España, el papel de la Universidad en el proceso de I+D es todavía muy bajo, especialmente si lo comparamos con la situación existente en otros países como Alemania, Japón o Estados Unidos.
La primera decisión que se debe tomar a la hora de diseñar un nuevo sistema de producción es el diseño del producto o servicio que se va a fabricar. El desarrollo de nuevos productos se ha convertido en un factor clave para lograr el éxito empresarial: si en los años ochenta todos los esfuerzos se centraban en reducir el ciclo de fabricación y en implantar sistemas de producción flexible, los años noventa han venido acompañados de un cambio de perspectiva y una preocupación por el proceso de diseño y desarrollo de nuevos productos. Y más concretamente por la reducción del tiempo empleado en el diseño y desarrollo de nuevos productos.
Surge de este modo una nueva forma de competir en el mercado, a la que se ha denominado Competencia basada en el tiempo. La rapidez en la respuesta a las necesidades del mercado exige ser un maestro en el aprovechamiento del tiempo. Es lo que Kotler denomina “turbomarketing”.
Por lo tanto, desarrollar nuevos productos en poco tiempo, para que estén cuanto antes disponibles en el mercado, se convierte en una de las principales preocupaciones de las empresas actuales. La importancia concedida al tiempo de desarrollo de nuevos productos, como factor de ventaja competitiva, ha motivado que una de las principales preocupaciones de los encargados de gestionar dicho proceso sea el encontrar una serie de herramientas que ayuden a reducir dicho tiempo.
ATX está al tanto de que las empresas Textiles y de Confección de prendas que llevan cabo no sólo la fabricación sino también el diseño de sus productos enfrentan una problemática singular: La gestión de todo el proceso de diseño, desde la concepción del mismo hasta su liberación a producción. Gracias a la experiencia en el sector textil, la herramienta de Apparel&Textiles permite operar y resolver este desafío le llamamos un sistema PLM por sus siglas en inglés (Product Life Management), Administración del ciclo de vida del producto.
Para todo proceso productivo, el inicio es fundamental. El diseño del producto es el inicio para los procesos textil y de confecciones; por lo tanto, la clave fundamental radica en el diseño y desarrollo del producto. En estos tiempos de globalización y cambios significativos, toma mayor relevancia para todo tipo de organización empresarial del rubro textil: si antes era importante, ahora lo es más.