Internet de las Cosas, fusión de maquinarias, procesos con redes y sistemas de interconexión son términos que suenan cada vez más fuerte entre los diversos sectores industriales. Y es que las fábricas han comenzado su transformación introduciendo, poco a poco, tecnología digital para hacer más eficiente su producción. El sector automotriz es precisamente el que ha presentado una mayor adopción de la digitalización, pero hace falta talento especializado que ayude a la implementación y el desarrollo de nuevas tecnologías, pues actualmente no se cuenta con suficientes especialistas para cubrir la demanda, lo que reduce las oportunidades de inversión.
Por otro lado, México se enfrenta al reto de la conectividad. Un análisis de The Social Intelligence Unit (SIU), basado en información de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), reveló que en el país hay un importante rezago en cuanto a Internet de las Cosas, ya que solamente se registran dos dispositivos conectados por cada 100 habitantes, el nivel más bajo de los países miembros de la Organización.
Esta falta de conectividad podría impactar negativamente en la manufactura. Por ejemplo, sin la suficiente información recopilada por el Big Data, no se puede explotar el estudio de patrones de demanda para el cálculo de la producción, una de las principales características de la industria 4.0. México debe esforzarse por lograr una mayor interacción entre empresas, gobiernos y universidades. Se trata de unir esfuerzos para generar las condiciones técnicas y los recursos de capacitación necesarios para promover el talento alrededor de este concepto. A nivel global se ha demostrado que, al momento de enfrentar un reto, el trabajo conjunto funciona mejor que un esquema aislado.
La consolidación de la industria 4.0 en el país será lenta porque en la actualidad no contamos bases sólidas para desarrollarla, sin embargo, debemos tener en claro que, a corto plazo, invertir en tecnología digital resulta importante, pero en el futuro, será sumamente rentable, más aún si tomamos en cuenta el impacto económico que, por ejemplo, los clústers han tenido en temas de manufactura.
El sector automotriz se enfrentara a algunos de los siguientes retos para pasar a la industria 4.0:
1.Gestión del talento
En la medida en que se logren alinear los objetivos que poseen las compañías con la necesidad que tenemos como sociedad de dar ocupación a una fuerza laboral en aumento, el talento será pieza fundamental para el crecimiento, la satisfacción del cliente, la innovación y la transformación digital de los negocios.
2. Transformación digital
Partir del cliente y lo que demanda de la empresa, cambiar el modelo de negocio en función de sus necesidades si es preciso, muestra ser la clave para asumir la transformación y adaptación como un proceso en beneficio de la organización.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR>> ¿Cómo sería manejar con realidad aumentada?
3. Ciberseguridad
En meses recientes se han visto cada vez más de cerca eventos que han menoscabado la seguridad de la información de las compañías y grupos empresariales, lo que ha hecho que estos tomen mayor conciencia de que actualmente cualquier giro es susceptible de sufrir un ataque cibernético, elevando la prioridad de esta materia dentro de la estrategia operativa.
4. Innovación
Las grandes corporaciones con presencia global, desde telecomunicaciones o servicios financieros hasta empresas dedicadas a la manufactura de bienes industriales, se están acercando a las start-ups como una manera rápida y efectiva de gestionar el tema de la innovación: adoptando de un tercero las soluciones que les están pidiendo sus propios consumidores.
La lógica detrás de esta revolución es la unión real entre los mundos físico y digital, entre los activos de producción, los data que generan, el tratamiento que se les dé y el retorno –en forma de acción– del mundo digital al mundo físico.
La creación de redes inteligentes autogestionadas, la desaparición de inventarios físicos, la auto-prevención de fallos de los equipos, auto-reparación, auto-operación/optimización, o la personalización masiva, serán sólo algunos aspectos con los que trabajaremos en un futuro cada vez más cercano.
El futuro está aquí, pero lo cierto es que el grado de desarrollo de todas las tecnologías necesarias para accionar esta revolución no permitirá avances homogéneos significativos con rapidez.